Cerrar la puerta

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En el quicio de la puerta, dudó un momento.

Entonces recordó todos los noes que había venido recogiendo durante aquel tiempo.

Dejó las llaves sobre el mueble del recibidor.  Agarró la maleta, dio un paso adelante y cerró la puerta tras ella.

Fenomenología.

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La Fenomenología es la rama de la Filosofía que estudia la relación entre los hechos y el ámbito en el que se hacen presentes. O dicho de otra manera, se ocupa de la conciencia con todos los actos y vivencias. Un rollo, vamos.
Pero dice mi amiga la ornitóloga que la Fenomenología estaba presente cuando me dieron, al tiempo que recibía una llamada suya, aquella muestra de colonia, que casualmente es la que usa su marido, a quien un día le dije que me encantaba cómo olía. Así entendí qué era eso descrito por esa palabra tan larga.

Así que supongo que es fenomenológico el que haya soñado ahora con las caricias de quien nunca tuve claro si amé, tanto tiempo después de haber dejado de tocarnos, cuando nunca había estado en mis sueños, porque he recibido un mensaje suyo. O porque no acabo de completar su regalo, ese que debí haberle enviado hace meses pero al que todavía y siempre le falta algo para hacerlo.

Será algo fenomenológico, digo yo, que no deje de esperar la llamada de otro, casi a punto de cumplirse algunos años desde que nos conocimos; y sin embargo, el teléfono no haya dejado de sonar esta mañana, como un día de hace casi el mismo tiempo para preguntarme por la misma persona que aquella otra vez. Y que el recuerdo lleve a otros recuerdos.

¿Podría tener que ver con la Fenomenología que, mientras que alguien a quien quiero recibe un No de alguien a quien ama, yo perciba el golpear de noes sutiles que me llegan de otros lados, a tiempo para evitarme nuevos aguijonazos lastimosos?

No sé si será fenomenológico que me haya parecido verlo, casi al alcance de mi mano, mientras hablaba de él y de  esos ojos infelices en los que no clavo mi mirada desde hace casi una década.

Me imagino que en realidad la Fenomenología consiste en mi propia conciencia de  que el desmoronamiento de mi realidad comenzó hace tiempo, y sigue sucediendo. El holocausto viene de camino y, cuando llegue, todo seguirá siendo igual aunque, como ahora, todo será distinto.