Como agua entre los dedos
1 abril 2012 at 20:45 Anabel 4 comentarios
In memoriam Dr. J.L. Anibarro Rivas
No hay nada que parezca más obvio que, a medida que vamos creciendo, dejamos atrás la infancia. Parece obvio, digo, porque algunos seguimos manteniendo ilusiones y esperanzas infantiles; las mismas inseguridades aunque escondidas bajo pátinas de cinismo adquirido a base de golpes; y la misma timidez pero matizada por años aprendiendo a esconderla. Incluso se ha recuperado aquella capacidad para demostrar afecto que tienen los niños, sin miedos a ser rechazados y sin falsos pudores; demostraciones afectuosas que asustan a quienes han perdido su alma infantil. Y desde luego, siempre, la misma curiosidad y el mismo interés por aprender.
Pero perdemos definitivamente la infancia cuando aquellos que formaron parte de ella se van. Aquellos que son una imagen perenne en nuestros recuerdos infantiles: aquellos a quienes saludábamos cuando esperábamos el autobús que nos llevaría al colegio; los padres de los amigos de nuestros padres o ellos mismos; los padres de nuestros amigos; nuestros vecinos; el sacerdote de nuestra parroquia; nuestro pediatra; los profesores del colegio; nuestros propios amigos.
Mi infancia se ha escapado hoy como agua entre mis dedos.
Entry filed under: Cosas cualesquiera, Cosas de casa, Las tareas de este mundo. Tags: agua, amigos, autobús, besos, colegio, como, crecer, curiosidad, dedos, infancia, infantil, llevar, morir, niños, padres, parada, pediatra, perenne, preguntar, profesores, recuerdos, saciar.
4 comentarios Add your own
Deja una respuesta
Trackback this post | Subscribe to the comments via RSS Feed
1.
Helena Villar Janeiro | 1 abril 2012 a las 20:55
Concordo con esta visión da perda tan ben contada. Entendo tamén que debo enviarche unha aperta nun momento triste. E aquí vai.
2.
Despistado | 1 abril 2012 a las 22:49
Si, inmersos en nuestras rutinas, no percibimos que la vida, no sólo la infancia, se nos escapa entre los dedos. Y duele ir dejando en el camino aquellas personas que nos rodearon; es como si dejásemos pequeños fragmentos de nuestro devenir.
Un abrazo
3.
anacobas | 2 abril 2012 a las 2:58
Recuerdo haber escuchado su nombre tantas veces, … Y preguntarme cómo sería físicamente.
Lo siento, primiña. Abrazos
4.
Kaia | 2 abril 2012 a las 9:54
Prezada Helena, querido Despistado, primiña querida, este foi un domingo difícil. Moitas grazas polos vosos cariños. Aínda que a entrada está adicada a quen foi o meu pediatra (a quen di miña nai que lle debo a vida, e que sempre me daba piruletas en forma de corazón cando ía a consulta), onte coñecimos os pasamentos de xente moi querida ou familiar de xente moi querida. Non foi unha tarde fácil aínda que estivo chea de abrazos sentidos e cariños verdadeiros, que é o que nos levamos, en definitiva.
Aniña, en resposta a túa pregunta, o doutor Anibarro era fisicamente parecido a C.J. Cela, pero afortunadamente só fisicamente. Para min sempre representou o que debería ser un médico.
Moitos bicos ós tres.